El pasado jueves, fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, tuvimos con nosotros a Ricardo Díaz, uno de los últimos diáconos ordenados en marzo por nuestro obispo D. Vicente.
Ricardo tuvo la predicación y nos animó a amar a los sacerdotes y a orar por ellos, pues sin presbíteros, la comunidad está huérfana.
Después compartió la adoración con nosotros y recibimos la bendición del Señor Sacramentado de sus manos.