María Montessori (31 de agosto de 1870 – 6 de mayo de 1952). Nació Chiaravalle, provincia de Ancona, Italia, en el seno de una familia burguesa.
Se graduó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Roma en 1896, como la primera mujer médico en Italia.
En 1901 fue designada directora de una clínica psiquiátrica asociada a la Universidad de Roma, dedicada al cuidado de niños con retrasos mentales. Se interesó por la educación de estos niños, y aplicó métodos experimentales consiguiendo que estos niños aprendieran a leer y escribir. A través de su práctica profesional llegó a la conclusión de que los niños «se construyen a sí mismos» a partir de elementos del ambiente y, para comprobarlo, volvió a las aulas universitarias a estudiar filosofía, psicología, educación y antropología, con el fin de preparase para su nuevo papel como educadora.
En 1907 fundó la “Casa dei Bambini” (Casa de los Niños) y desarrolló el Método Montessori de Enseñanza, basado en la observación de los niños. Consideró al Niño como auténtico protagonista de todo el proceso educativo. El éxito de esta primera “Escuela Montessori” despertó el interés por este Método en todo el mundo y se establecieron varias escuelas en distintos países.
En 1909 Maria Montessori publicó su primer libro basado en esta experiencia, “The Montessori Method” y comenzó una gira por el mundo difundiendo sus ideas y dando conferencias. En 1929, María Montessori fundó la Association Montessori Internationale (AMI) para preservar la integridad de su legado. Durante el régimen de Mussolini, María Montessori se exilió en España y en 1936, ante la Guerra Civil española, se mudó a Holanda, donde viviría hasta su muerte. En 1939 fue invitada a la India, donde permaneció hasta el fin de la segunda guerra mundial. Durante este tiempo organizó varios cursos de entrenamiento en el Método Montessori que le dieron un fuerte impulso al movimiento en la India. En 1949 la Dra. Montessori volvió a Holanda. Durante los últimos años la “Educación por la Paz” fue un principio fundamental en su trabajo. Murió en Holanda en 1952.
«El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad. Tenemos que tener claro, eso sí, que el desarrollo del potencial humano no está determinado por nosotros. Solo podemos servir al desarrollo del niño, pues este se realiza en un espacio en el que hay leyes que rigen el funcionamiento de cada ser humano y cada desarrollo tiene que estar en armonía con todo el mundo que nos rodea y con todo el universo».
Para conocer más sobre la obra de María Montessori:
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Bibliografía sobre María Montessori
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«La Santa Misa vivida por los niños»
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«Ideas generales sobre el Método Manual Práctico Montessori»